jueves, 9 de septiembre de 2010

Trazos

En los trazos llenos de claridad de formas minimalistas y a su vez complejas, buscó la musicalidad de las palabras escritas. Evocó un violín, con sus acompasados tiempos, sus decibelios cambiantes. Inventó sonatas para intentar comprender los designios de su personalidad. Imaginó paisajes, momentos, sonidos, imágenes cargadas de una ilusión sin métrica. Encontró en sus líneas, el parsimonioso ritmo de las cuerdas rozando la madera y a su vez se dejó llevar por el sonido, cerrando los ojos, intentando no ver más allá, pues hoy, no era necesario... el viento haría el resto, nos entendemos sin más, dulce melodía.

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